A medida que nuestros hijas e hijos crecen
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, cambian sus gustos, sus preferencias se
transforman, su forma de pensar evoluciona.
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, cambian sus cuerpos, cada vez son más altos,
más ágiles, más maduros.
A
medida que nuestros hijas e hijos, cambia su relación con nosotras, con
nosotros, con sus amigos, con el entorno.
Nuestros hijas e hijos crecen, de ser bebés inmaduros que nos necesitaban a su lado en cuerpo y alma, pasan a ser niñ@s pequeños
que aún nos demandan. Con sus primeros pasitos, comienzan a alejarse de
nosotros, a sentirse más ell@s mismo@, a tomar sus propias decisiones. Siguen
creciendo, buscan su propio cuarto, crean su propio refugio, tienen nuev@s amig@s
e inventan sus propios juegos. Mamá, Papá, estamos ahí, nos echan un vistazo de
vez en cuando, pero se sienten más ell@s mism@s, más mayores, más
independientes. Crecen, toman su propio camino, realizan sus propias elecciones,
deciden qué hacer en su vida, qué estudiar, donde trabajar. Se marchan, se
independizan, son adult@s jóvenes que se lanzan a Vivir su propia madurez.
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, nos transformarnos con ellos, nuestra
forma de pensar también evoluciona.
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, también cambian nuestros cuerpos,
envejecemos, maduramos.
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, cambia nuestra relación con ellos, al
principio protegemos, después acompañamos, siempre respetamos.
Nosotros
también maduramos y crecemos al igual que lo hacen ell@s. Buscamos
nuestro propio camino, nos vamos adaptando a sus cambios, a veces con
dificultad, las transiciones son difíciles y las crisis, es inevitable, de vez
en cuando, aparecen en la familia, también en nosotras, en nosotros.
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, durante todos los años que pasamos juntos,
todos aprendemos a respetar, a ser pacientes, a dejar que cometamos
nuestros propios errores, a compartir, a acompañar, a delegar, a confiar, a adaptarnos,
a transformarnos, a asumir y asimilar los cambios.
A
medida que nuestros hijas e hijos crecen, ell@s cambian, nosotros también.
Elena
Mayorga