Amar en libertad
Si
cuando fuimos niñas, niños, no nos sentimos amadas, mimadas, protegidas,
cuidadas, tenemos que ser conscientes de que este desamor que sufrimos, no nos
condenó a no saber amar, mimar, proteger o cuidar a los demás. Pero, también debemos
ser conscientes de que esa falta de atención tierna y amorosa, por parte de
nuestros mayores, sí que nos produjo unas profundas heridas, entre ellas: el
desconocer cómo amarnos, cuidarnos, mimarnos y protegernos a nosotras mismas y
el ignorar cómo deben amarnos, cuidarnos, mimarnos y protegernos, de forma
sana, las demás personas, incluidas nuestras parejas y nuestr@s hij@s.
Este
desconocimiento sobre el Amor empático y cariñoso nos empuja a conformarnos con
cualquier muestra de afecto que nos den los demás, a veces simples migajas
arrojadas para acallar nuestras demandas.
Este
desconocimiento, nos ciega, nos calla, nos paraliza y nos impide comprender que
a veces, las relaciones que mantenemos no son sanas, que las personas de
nuestro alrededor no nos están ofreciendo Amor, que no lo sienten hacia
nosotras y que nuestra relación se basa en el desequilibrio.
Este
desconocimiento, conlleva que muchas de nosotras ignoramos que el Amor es de
doble sentido, que no solo debemos ser nosotras las que Amemos y cuidemos, sino
que es saludable que las demás personas, sobre todo las de nuestro entorno más
íntimo, también sientan Amor hacia nosotras y nos den muestras sinceras de ese Amor.
Al
arrastrar, desde la infancia, estas carencia, muchas personas experimentamos,
en nuestras relaciones de pareja, familiares, de amistad, etc., momentos de
angustia, de soledad, de incomprensión.
A
veces, los dos miembros de la pareja se hallan en esta situación, juntos, dando
Amor, sin saber recibir, desconociendo cómo intercambiar su Amor.
A
veces, en la relación con nuestros hijos, tampoco sabemos cómo ser las
receptoras/es de su Amor incondicional y
desbordante. Sabemos que amamos a nuestras parejas, a nuestros hijos, somos
conscientes de ello, pero a la vez, albergamos en nuestro interior un gran
vacío que no logramos llenar.
Para
colmar ese vacío, tenemos que aprender, además de a Amarnos, mimarnos,
cuidarnos, admirarnos, pensarnos con cariño a nosotras mismas, a detectar y
reconocer cuando las demás personas no albergan sentimientos de Amor y cariño
hacia nosotras.
Las
relaciones con nuestros seres queridos deben asentarse en el Amor, equilibrio,
el intercambio, la comprensión, el acompañamiento, el respeto mutuo, no en la
sumisión, el desequilibrio, la desigualdad. Sólo reconociendo y sintiéndonos
reconocidas, sabremos amarnos y amar a las demás personas sin condiciones o
imposiciones.
Amar
en libertad, libremente, significa haber superado los desequilibrios, los
chantajes, la sumisión, la desigualdad.
Amar
en libertad significa amar sin ataduras, sin complejos, sin exigencias, saber
Amar y saber qué significa sentirse amada o amado.
Elena Mayorga