¿Podemos ser felices por nosotr@s mism@s?

La calidad de nuestras relaciones, sobre todo en los primeros años de vida, marcan no sólo nuestro presente, sino también nuestro futuro (vínculo, apego, empatía). Pero, esto no significa que debamos depender del exterior para ser felices. Esperar a que la felicidad nos llegue de fuera hacia dentro es sinónimo de no llegar a ser nunca felices. La felicidad real, no a retazos, se alcanza cuando nace desde nuestro interior, cuando nos sentimos centrados, serenos, equilibrados, seguros. Serenidad, equilibrio, seguridad, que luego compartiremos de forma altruista con las personas de nuestro alrededor.

Sin embargo, si la felicidad no nace de nuestro interior, si no nos sentimos serenos, si arrastramos carencias, traumas, desequilibrio, si depositamos nuestras esperanzas en el exterior, nunca llegaremos a sentirnos en armonía con la vida.

Cuando somos bebés, cuando somos niños y vamos desarrollándonos en libertad, recibimos, desde luego, nutrientes desde el exterior, el apego, el vínculo, el Amor. Pero, al igual que las semillas regadas por el agua de lluvia, crecemos, nos desarrollamos y somos felices, desde nuestro interior. Nuestros sentimientos, emociones, sensaciones se manifiestan de dentro hacia afuera, se comparten de dentro hacia afuera.

Sin embargo, cuando el apego es inseguro, los vínculos débiles y el Amor no es el suficiente, es cuando, desesperados, buscamos los nutrientes que nos faltan (y volcamos nuestra felicidad) en el exterior. Cuando No hemos crecido en libertad, nuestro desarrollo se ha visto mermado y se nos ha impedido madurar a nuestro ritmo, nuestra brújula interna se vuelve loca y perdemos nuestro centro, nuestra capacidad de ser felices por nosotros mismos. Buscamos entonces la felicidad fuera, anhelamos nuestros nutrientes esenciales, creamos relaciones externas basadas en dependencias, en sometimientos y no en un intercambio desinteresado y altruista de Amor.

Hasta que no volvamos a encontrar nuestro centro, hasta que no comprendamos que la felicidad crece dentro de cada ser humano, no lograremos reencontrarnos con nuestro equilibrio, con nuestra seguridad, con nuestra felicidad.


Elena Mayorga


© Elena Mayorga Toledano. Ilustración de la portada realizada por Rocío Araya Gutiérrez. Con la tecnología de Blogger.